En el pasado pleno municipal de diciembre
el alcalde nos informó de que la estación pasaba a ser de titularidad municipal.
En más de alguna ocasión se le ha preguntado qué pensaba hacer con la estación.
En ese mismo pleno dijo que no lo sabía. Nuestro grupo municipal, que lo que no
haría es dejar que se convirtiera en escombros, explicó al alcalde que es de
sentido común que lo inmediato es vallar el recinto o tapiarlo por seguridad.
Pues bien, a día de hoy, ni vallado, ni tapiado, ni señalizado. Con el peligro
que significa para los transeúntes, pequeños exploradores o consumidores
habituales de botellón. Si alguien está
tentado de eludir responsabilidades diciendo que aún no se han ejecutado los
tramites de traspaso de titularidad, no es excusa, ya que es ese caso habría que
instar al propietario a vallar la parcela como mínimo. Y si la tentación es
decir que un supuesto siniestro estaría cubierto por el seguro, dudo mucho que
la compañía se hiciera cargo de la reclamación sobre un inmueble que no guarda
las mínimas medidas de seguridad. Que en estos litigios algunos ya tienen
experiencia.
